Ella recordaba con mucho amor esos días, ella lo amaba de
verdad, Malka me decía que tal vez no podía entender sus palabras, o sus
sentimientos, ella dijo –Cuando crezcas lo entenderás.
Ese día Luis llego muy tarde a casa, y demasiado ebrio, yo
estaba dormida, pero los gritos que pegaban eran insoportables, así que decidí
ir por un vaso de agua, para distraerme, lo cual fue muy mala idea. Cuando llegue
a la cocina puede escuchar más fuerte y claro la pelea, el llanto imparable de
mi madre, los reproches inentendibles de mi padre, absolutamente todo. Escuche a
mi madre decirle a mi padre siempre se iba con “Ella” y que si no pensaba ni
siquiera un poco en su familia, mi padre, lo poco que alcance a entenderle,
gracias a que estaba tan borracho, fue que dijo –Y que quieres que yo haga
Malka, tu no me das lo que yo merezco, tengo que ir a buscarlo a otro lado.
-Pero Luis, por favor, piensa un poco en mí, piensa un poco
en la niña, esto no es sano para ninguno de los tres.
-Es todo, es el final, quiero el divorcio, no pienso estar
ni un minuto más con una mujer tan quejumbrosa.
En ese instante, sentí que todo mi mundo de fantasía se
derrumbaba ante mis ojos, mis súper héroes, que eran mis padres, todo era
falso, empecé a ver la realidad, sentía que tenía la familia perfecta, pero
simplemente no me quería dar cuenta de lo que estaba pasando ciertamente, el
vaso cayó de mis manos.
-¿Vez lo que has hecho?, ya despertaste a la niña- Dijo Luis
-No pero, Luis, por favor, tenemos que hablar esto con calma
-Nada de calma, nos divorciaremos lo más pronto posible y ya
me voy porque no quiero seguir escuchando tus alaridos
Mi padre salió de la habitación con mucha rudeza, se fue a
la recamara, agarro unos cambios y se retiró de la casa, mi madre fue corriendo
tras de él, casi llegando a la puerta de la casa, mi madre lo agarro, y
llorando le dijo
-Luis por lo que más quieras no nos abandones ¿Qué será de
nosotros sin ti?
-Pues ese es tu problema Malka, mío ya no
-Pero mi amor no…
-No Malka, ya no soy tu amor, ¿lo entiendes?
En ese instante sentí como si una lanza me atravesara
justamente por el corazón, me traspasara y me clavara en la pared, ese fue el
momento en que mi madre llorando pedía a gritos a mi padre que no se fuera y al
mismo tiempo se arrodillaba ante el perdiendo así todo su orgullo por un patán
que la había engañado, y traicionado, él se reía de ella, se reía de su
sufrimiento, mientras se iba, ella aferrada a su pierna como niña pequeña,
llorando, suplicando. Los gritos, el llanto, las risas, todo se mezclaba en mi
mente, no pude más tenía que sacarlos
-Aome, lo siento, pero tu madre y yo ya no podemos estar
juntos, espero y me comprendas.
-¡¿Cómo quieres que te comprenda?! Padre, no, Luis, por favor vete y…
-Hija déjame expl…
-¡QUE TE VAYAS DIJE!, y tu Malka, si tienes un poco de
dignidad ponte de pie y deja de llorar por él, no seas tan patética, buenas noches.
En ese momento me sentía fuerte, no había derramado una
lagrima, corrí a mi habitación, que está en el segundo piso, corrí lo más rápido
que pude, sentía un leve viento y mis lágrimas derramaban a mas no poder, sabía
que lo que había hecho estaba mal, hablarles tan feo a mis padres, que a pesar
de lo que hayan hecho, siguen siendo mis padres, pero no podía aguantarlo, tenía
que sacar mi rabia. Esa fue la primera vez que llame a mis padres por sus
nombres, esa fue la vez que mi mundo se empezó a derrumbar poco a poco.
Dreamy Girl